Reseña histórica de Esquel
En 1900 vivían en Esquel las familias Gibbon,
Austin y Freeman.
Desde el año 1902 llegan a la Patagonia los
bandoleros norteamericanos, la banda de Curry, Butch Cassidy
y Cía.; y se establecen en Esquel, Cholila y alrededores
como trabajadores.
La mensura es practicada por los ingenieros
Lázaro R. Molinari y Adolfo Pigretti en 1904 - 1905,
subdividiendo un lote en el “Ensanche Colonia 16 de
Octubre”.
La primera mensura, realizada por Lázaro R.
Molinari y Adolfo Pigretti, es aprobada por decreto del 3 de
julio de 1908. La segunda mensura la practican los
ingenieros Medegazzo y Giaccone. La tercera, Pérez Pirán, y
la cuarta el ingeniero Domingo Parola.
A principios del siglo se tienden las líneas
telegráficas que, partiendo de Comodoro Rivadavia y Neuquén,
empalman en la Colonia 16 de Octubre.
En 1906 Ya conectado el telégrafo,
y operándose a través de una modestísima oficina montada en Súnica,
junto al río Corintos; es una casilla de madera cedida desde
el 26 de marzo e 1903 por el entonces comisario de policía
Don Eduardo Humphreys. A cargo de la misma estaba el
telefonista Medardo Morelli, quien fue cargado de operar la
primera transmisión telegráfica.
El telégrafo había sido construido por
Conrado Goytía y en Súnica, al instalarse el telégrafo,
había una casa de comercio del señor R. Clarcke.
Los padres de Medardo Morelli eran
italianos. Había nacido en Buenos Aires en 1880 y ya en 1900
comienza a trabajar como telegrafista. Poco después lo
designan para integrar el grupo que debí tender la línea
desde Neuquén a la Colonia 16 de Octubre. Las cuadrillas de
la obra se trasladaban de a caballo y empleaban carros y
mulas para el transporte de los materiales.
Las jornadas de descanso transcurrían
generalmente en las carpas de los distintos campamentos que
se establecían de manera provisoria.
La llegada del telégrafo fue un motivo de
fiesta para todos los pobladores. Muchos mensajes pasaron
desde entonces por las manos del telegrafista, cada uno de
ellos era un triunfo sobre el aislamiento y la soledad.
Este funcionario, respondiendo a un impulso
íntimo, dictado sin duda por el destino y para bien del
pueblo en formación, resuelve trasladar la oficina
telegráfica a su cargo en río Corintos al solar destinado a
edificios públicos en el nuevo paraje recién mensurado.
El 24 de febrero de 1906, a la noche, Don
Medardo Morelli parte desde la cabecera del distrito 22 de
Correos y Telégrafos (en río Corintos); carga su “Morse de
Relojería” (batería y demás elementos) sobre la grupa de un
caballo, y se echa a andar 12 leguas (aproximadamente 65
kilómetros). A las 8 de la mañana del día siguiente llega a
Esquel y se establece allí.
El 25 de febrero del mismo año Morelli
efectúa la primera transmisión desde Esquel, y ese día se
recuerda actualmente como la fecha de fundación.
El traslado efectuado por Morelli determina
el desplazamiento de la población hacia el nuevo pueblo,
nacido con esa primer oficina pública nacional.
Antes de trasladarse Morelli, en Esquel ya
había una casa de comercio
El joven Simón Whitty y el inglés Nickson
construyen con palos y barro la primera vivienda en el nuevo
ejido. Esa vivienda existió hasta 1949, ubicada en la
esquina de las calles Belgrano y Roque Saenz Peña, en la
propiedad del Dr. Ugo Roggero.
En 1906 las únicas autoridades de Esquel eran
los señores Eduardo Humphreys (comisario), Santiago
Villagrán (Juez de Paz), Medardo Morelli (Jefe del Correo) y
el maestro Roberto Owen Jones.
En 1907 Don Martín Underwood, el Juez de Paz
de la Colonia, trae a Rawson al médico italiano, con título
revalidado, Dr. Ercole Mussachio, quien se establece en
Esquel.
En el mismo año Medardo Morelli es designado
Encargado Escolar conjuntamente con Don Eduardo Humphreys.
En 1908, Mateo Anazábal y Vicente Ayestarán
instalan la primer panadería.
En 1909, Carlos Tirol y Arturo Piz instalan
el primer horno de ladrillos en Esquel. En el mismo año, Don
Alfonso Vallogia instala el primer hotel en el edificio de
“La Malagata”.
El 28 de enero de 1909 Medardo Morelli recibe
el nombramiento de Juez de Paz suplente. El 11 de diciembre
de 1910 recibe el nombramiento de encargado de policía.
El 2 de febrero de 1909 se traslada la
Escuela n° 20 (hoy n° 76) al pueblo de Esquel, ocupando el
chalet de Don Medardo Morelli en la quinta n° 32 -hoy
Marcelo T. de Alvear y Belgrano-, siendo maestro el señor
Roberto Owen Jones.
En 1910 el Consejo Nacional de Educación
designa el primer maestro normal nacional de Esquel al Sr.
Octavio María Torrija, el cual no se hace cargo de
inmediato, razón por la cual se designa al vecino de Esquel
el señor Gumersindo Centeno, de nacionalidad chilena.
Una comisión de vecinos integrada por los
señores Moré y Troncoso gestiona la concepción de tierras a
los primeros pobladores. El 24 de mayo de 1910, por la
noche, el Jefe del Correo, señor Medardo Morelli, recibe el
despacho telegráfico por el cual el Poder Ejecutivo comunica
haber concedido a 50 vecinos, solares, chacras y quintas.
En la ley 5559 del año 1908 se autoriza al
Poder Ejecutivo para construir o explotar varias líneas
férreas en las entonces gobernaciones sureñas. Se convino en
que una de ellas sería un ramal desde Pto. Deseado (Pcia. de
Santa Cruz) a Colonia 16 de Octubre. Dicha obra nunca fue
realizada.
Desde el año 1902 llegan a la Patagonia los
bandoleros norteamericanos, la banda de Curry, Butch Cassidy
y Cía.; y se establecen en Esquel, Cholila y alrededores
como trabajadores.
El 29 de diciembre de 1909 se produce en
Esquel el asesinato de Lloyd Ap Jwan, gerente de la
Cooperativa de Arroyo Pescado, con fines de robo.
Oficialmente el hecho se atribuye a estos bandidos
norteamericanos, pero no hay ninguna prueba para afirmar
dicha presunción. Lloyd Ap Jwan había construido gran parte
del sistema de riego de Arroyo Pescado.
En esos años era intenso el cruce de la
frontera por facinerosos, perseguidos por la policía. En
realidad, la actuación de los pistoleros norteamericanos
había atraído a los bandoleros, que cometían desmanes y
asaltos a mano armada contra los pobladores pacíficos que
habían ocupado tierras y las estaban colonizando. No era
fácil la vida en el valle chubutense en aquella época. Para
aquella gente laboriosa lo esencial era el progreso. Seguir
adelante a pesar de todos los peligros que se presentaban.
|