Esquel
Historia
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  Reseña Histórica desde el año 1880 al 1885
 

Reseña histórica de Esquel

 

Hechos y protagonistas

          L. Jones Parry     Francisco Biedma       Aborígenes AONIK KENK           Virrey Vértiz
 

La Historia de Esquel y su zona data del año 1600

Alrededor de 1670 la zona de Esquel empieza a recibir sus primeros visitantes, se trataba de expediciones realizadas desde el Océano Pacífico siguiendo el camino de los Andes. Eran llevadas a cabo en gran medida por devotos religiosos de la llamada “Orden de los Jesuitas”.

La colonización se hizo esperar, precisamente algo más de un siglo desde las primeras expediciones. Por orden del Virrey Vértiz, Juan de la Piedra y Francisco Biedma fueron los encargados de construir fuertes y colonias en aquellas tierras vírgenes.

Años después la Sociedad Británica de Inmigración, solicitó a L. Jones Parry y a Luis Jones la expedición de las tierras sureñas que luego serían habitadas por colonos galeses. Éstos llegaron en 1865 trasladados por el Mimosa, arribaron en el Golfo Nuevo y se ubicaron en la zona del valle inferior del Río Chubut

Los antiguos dueños de la tierra eran grupos aborígenes. Entre ellos podemos citar: AONIK KENK, GUNUNA KUNE Y ARAUCANO. En las zonas próximas a Esquel encontramos a los Tehuelches, Chulilaken y Mapuches, otros de los propietarios más destacados y de los cuales descienden algunos de los pobladores de la región.

 


La Colonia 16 de Octubre, fundada por Fontana y sus Rifleros en 1885
, había sido cruzada anteriormente por Musters y el comandante Roa. Este bajó a ese valle dos veces, en 1883 y 1884, pero no le dieron la importancia que realmente tenía. Desde donde se encuentra la actual ciudad de Esquel, Musters envió una carta a Lewis Jones, uno de los principales dirigentes de la colonia galesa, pidiéndole yerba, tabaco, y azúcar. Sin duda fue la primer carta enviada desde la cordillera a la costa atlántica. La respuesta que recibió estaba escrita en los siguientes términos: “No podemos enviarle provisiones porque la existencia en la Colonia es demasiado escasa”.

El perito Francisco Moreno visita los valles cordilleranos (donde en la actualidad se encuentran Esquel y Trevelin) en los primeros días de 1880 y queda gratamente impresionado por la belleza y fertilidad de esos valles, pero mucho mayor es la emoción que experimenta cuando, al acercarse a las tolderías de Incayal, ve que frente al toldo del cacique flamea la bandera argentina, y el hijo de Incayal, Ultrac, lleva en su lanza la enseña patria.

La del cacique Incayal no constituye una excepción; también Casimiro Biguá, Orkeke y otros poseían banderas argentinas, con las cuales querían significar que eran argentinos.

En 1882 un colono descubre oro en las aguas del río Chubut y supone que debía de haber más en la cordillera, allí donde nacía el torrente.

En noviembre de 1883 cuatro hombres realizan una excursión al interior del territorio con el propósito de encontrar oro en las nacientes del río Chubut. Los cuatro exploradores eran Richard B. Davies, Zacarías Jones, John Parry y John Daniel Evans.

En el valle de Santa Cruz se encuentran con dos indios que iban a comerciar en el Valle del Chubut. En esa época, el Gobierno Argentino había dado orden a la milicia de tomar todos los indios presos para levarlos a Río Negro pues en Valcheta había un reformatorio indígena.

En diciembre la expedición llega al “Zanjón del Oro”, y desde aquí regresan Zacarías Jones y John Daniel Evans al Valle del Chubut para abastecerse de suficiente mercadería para proseguir luego la marcha hasta los Andes.

A comienzos de 1884 siete expedicionarios llamados John Harris, Nin Thos Williams, John Hughes, Lemuel Aston, Benjamín Williams, Zacarías Jones y John Daniel Evans, salen del Valle del Chubut hacia la cordillera. En el Valle de Kel-Klein se encuentran con el comandante Roa en compañía de muchos soldados, que traía varios indios en calidad de presos, rumbo a Rawson. La indiada había sido detenida en el lugar llamado Súnica con el fin de enviarla al reformatorio de Valcheta.

La expedición sigue su rumbo y se encuentra con Richard Davies y John Parry, quienes habían decidido regresar al Valle del Chubut pero prosiguen la marcha. Cabalgan un día más del Zanjón del Oro y allí deciden regresar a la costa 5 expedicionarios. Sólo quedan 4: Richard B. Davies, John Parry, John Hughes y John Daniel  Evans.

En febrero de 1884, después de haber viajado varios días, llegan a la orilla del río Lepá. En este lugar arman campamento y, días después, los visitan tres indios, dos de los cuales habían encontrado tres meses antes en el Valle de Santa Cruz. Uno de ellos, llamado Juan Salvo, los invita a visitar las tolderías del cacique Foyel, en la región de Súnica. John Hughes y John Daniel Evans los acompañan un trecho del camino, hasta las inmediaciones del Arroyo Pescado, desde donde deciden regresar al campamento.

A las tres de la tarde de ese día los 4 recogen todas sus cosas y enfilan a todo galope hacia el Valle del Chubut, situado a unos 500 kilómetros de distancia. Día y noche viajan sin tomarse el menor descanso. A la mañana del segundo día hacen un breve alto para comer un bocado y enseguida vuelven a emprender la marcha hasta el anochecer. Así llegan, con noche cerrada, hasta el cañadón conocido con el nombre de Carbón. Por la mañana vuelven a galopar, hasta alcanzar el valle Kel-Klein. John Daniel Evans arriaba la caballada al lado derecho; lo seguía John Parry hacia la izquierda, después John Hughes y al fondo Richard Davies formando un pequeño círculo, arreando catorce caballos. De repente sienten un tremendo aullido y gritos de guerra de los indios, y muy pronto la atropellada de los caballos. John Parry cae a tierra con una lanza clavada al lado derecho, y John Daniel Evans clava la espuela en las costillas de “El Malacara”, rompe el primer círculo de lanzadores y se dirige hacia el noroeste. Aproximadamente trescientos metros delante había un zanjón hondo por donde cruzaban las aguas de la lluvia que bajaban de la loma, de una altura de 3,60 metros aproximadamente, que tiene que saltar “El Malacara”, y como en el fondo de este zanjón había un pozo de arena blanda, el caballo puede seguir su marcha sin herirse ni quebrarse. John Daniel Evans logra, después de unos días, llegar al caserío sano y salvo, aunque sus tres desafortunados compañeros dejan sus vidas en el valle de Kel-Klein, que pasa a denominarse desde ese día “Valle de los Mártires”.

Era el 4 de marzo de 1884.

El 16 de octubre de 1884 se dicta la ley de creación de Territorios Nacionales. Para esa fecha, todo debía ser realizado sobre la Patagonia: desde instalar las oficinas de los Gobernadores hasta conocer el suelo y poblarlo.

El 14 de octubre de 1885 inicia su marcha el viaje de exploración que comanda Jorge Luis Fontana, bordeando la costa del río Chubut y en dirección a la cordillera.

Las fuerzas expedicionarias se componían de: 30 colonos jóvenes, buenos jinetes y competentes en el manejo de armas; 25 cargueros con víveres para tres meses e instrumentales científicos, 260 caballos y 30 fusiles “Remington”. Además , 2 cargueros con instrumentos científicos y herramientas para minas, un botiquín y accesorios.

Una prueba del mosaico de nacionalidades de la caravana lo da su integración: 7 argentinos, 19 galeses, 2 alemanes, 1 norteamericano y 1 portugués.

Los hombres que integraron esta misión fueron: los argentinos Jorge Luis Fontana, Juan Pedro Derbes, Ramón Calvo, Gregorio Mayo, Ricardo Franco, Antonio Miguens y Roberto C. Jones; los galeses John Daniel Evans, Williams de Jones, Bettie Thomas, H. Jones, John Winn, Richard C. Jones, Edward Jones, Evan Davis, Thomas C. Davies, Jaime J. Thomas, Davis P. Roberts, Juan M. Thomas, John Jones, John Owen, Juan P. Jones, Jenkins Richard, Henry Davies, Zachariak Jones y Juan Davies; los alemanes J. C. Katrelbürg y Norman Presing y el norteamericano James Wargner, faltando el portugués que nunca se conoció su nombre.

El 20 de noviembre de 1885 la expedición llega a unas 5 leguas al oeste de la confluencia del río Tecka y el río Chubut, y 25 de noviembre llegan a la zona andina, a un valle de una fertilidad extraordinaria. Fontana le pone el nombre de “Valle 16 de Octubre”, queriendo recordar la ley creadora de las Gobernaciones ( la ley N° 1532, del 16 de octubre de 1884), si bien los galeses lo siguieron llamando por algún tiempo el “Cyn Hyfryd”, o sea, “el valle Encantador”, nombre puesto en un principio.

 
 

 

 


 
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